Hablemos de la moral cristiana.
la moral cristiana no es una recopilación de leyes que tenemos que cumplir , sino más bien se desprende del amor a Dios y al prójimo.
En esto se encierra toda la moral cristiana, que por supuesto necesita más explicación.
En cuanto a la moral se pueden encontrar tres vertientes, la moral tradicional, la moral liberal y la moral cristiana.
La primera, depende de una serie de leyes y prohibiciones las cuales pueden tener sus beneficios, pero también consecuencias negativas. Entre los beneficios que podemos encontrar está la conservación de algunos valores esenciales en la sociedad el valor de la vida, la familia, la comunidad y el compartir. Entre las consecuencias negativas tenemos: el autoritarismo que se ejerce a las demás personas por ejemplo, el padre de familia ejerce poder en contra de las y los demás miembros de ella, el coronel ejerce su autoridad en todas las esferas militares, el sacerdote ejerce su autoridad manipulando algunos textos bíblicos y encontra de sus mismo fieles, todos ellos dicen: “Has esto sólo por que yo te lo ordeno”. Lo más importante para esta moral es la obediencia a las leyes y a las personas que representan la autoridad, provocando así diferencias entre las personas: unas son más y otras menos.
La moral liberal tiene aspectos positivos por ejemplo: fomentar la libertad, promover los derechos humanos y valorar la dignidad de los individuos. Pero también tiene sus sombras: fomenta el afán de lucrarse, el consumismo, la competencia, el individualismo. Las personas valen por la que tienen y no por lo que son. Esta moral al final provoca diferencias entre las personas dejando pasar muchas injusticias y desigualdades.
Si decimos que existe una moral tradicional y una moral liberal, también tenemos una moral cristiana con esta moral se promueven los valores cristianos. La moral cristiana no es obediencia a ciegas a leyes tampoco en libertinaje, donde todos y todas hacemos lo que queremos.
La moral cristiana no es obediencia, es sobre todo respuesta al amor de Dios. Que nos ayuda a liberarnos del pecado, del odio, del egoísmo, de la soberbia y nos capacita para amar. De tal manera que la moral cristiana es la respuesta de nosotros y nosotras a la propuesta y acción de Dios en el mundo. La moral cristiana se fundamenta en los valores de Reino de Dios. El objetivo es edificar y construir un mundo deferente en donde todos y todas somos hermanos y hermanas, que tengamos igualdad que seamos una familia humana donde nadie se crea más que el otro o la otra que no haya discriminación por ningún motivo donde cada persona sea valorada por lo que es (hijo e hija de Dios) y no por lo que tiene.
La moral cristiana no deshecha todos los valores de la moral tradicional y de la moral liberal, más bien retoma los aspectos positivos de cada una de ellas, retoma también la cultura de cada pueble, incorpora los valores modernos: pero a la vez es una moral antigua porque busca recuperar elementos perdidos de el seguimiento de Jesús. Es sobre todo el seguimiento de la persona de Jesús el carpintero de galilea, que con su práctica supo dar respuesta a todos los problemas de su tiempo y especialmente a los problemas de los más pobres.
la moral cristiana no es una recopilación de leyes que tenemos que cumplir , sino más bien se desprende del amor a Dios y al prójimo.
En esto se encierra toda la moral cristiana, que por supuesto necesita más explicación.
En cuanto a la moral se pueden encontrar tres vertientes, la moral tradicional, la moral liberal y la moral cristiana.
La primera, depende de una serie de leyes y prohibiciones las cuales pueden tener sus beneficios, pero también consecuencias negativas. Entre los beneficios que podemos encontrar está la conservación de algunos valores esenciales en la sociedad el valor de la vida, la familia, la comunidad y el compartir. Entre las consecuencias negativas tenemos: el autoritarismo que se ejerce a las demás personas por ejemplo, el padre de familia ejerce poder en contra de las y los demás miembros de ella, el coronel ejerce su autoridad en todas las esferas militares, el sacerdote ejerce su autoridad manipulando algunos textos bíblicos y encontra de sus mismo fieles, todos ellos dicen: “Has esto sólo por que yo te lo ordeno”. Lo más importante para esta moral es la obediencia a las leyes y a las personas que representan la autoridad, provocando así diferencias entre las personas: unas son más y otras menos.
La moral liberal tiene aspectos positivos por ejemplo: fomentar la libertad, promover los derechos humanos y valorar la dignidad de los individuos. Pero también tiene sus sombras: fomenta el afán de lucrarse, el consumismo, la competencia, el individualismo. Las personas valen por la que tienen y no por lo que son. Esta moral al final provoca diferencias entre las personas dejando pasar muchas injusticias y desigualdades.
Si decimos que existe una moral tradicional y una moral liberal, también tenemos una moral cristiana con esta moral se promueven los valores cristianos. La moral cristiana no es obediencia a ciegas a leyes tampoco en libertinaje, donde todos y todas hacemos lo que queremos.
La moral cristiana no es obediencia, es sobre todo respuesta al amor de Dios. Que nos ayuda a liberarnos del pecado, del odio, del egoísmo, de la soberbia y nos capacita para amar. De tal manera que la moral cristiana es la respuesta de nosotros y nosotras a la propuesta y acción de Dios en el mundo. La moral cristiana se fundamenta en los valores de Reino de Dios. El objetivo es edificar y construir un mundo deferente en donde todos y todas somos hermanos y hermanas, que tengamos igualdad que seamos una familia humana donde nadie se crea más que el otro o la otra que no haya discriminación por ningún motivo donde cada persona sea valorada por lo que es (hijo e hija de Dios) y no por lo que tiene.
La moral cristiana no deshecha todos los valores de la moral tradicional y de la moral liberal, más bien retoma los aspectos positivos de cada una de ellas, retoma también la cultura de cada pueble, incorpora los valores modernos: pero a la vez es una moral antigua porque busca recuperar elementos perdidos de el seguimiento de Jesús. Es sobre todo el seguimiento de la persona de Jesús el carpintero de galilea, que con su práctica supo dar respuesta a todos los problemas de su tiempo y especialmente a los problemas de los más pobres.